26 setiembre 2008

Epigramas de la servidumbre (VIII)

Alguien, del otro lado de tu frío matinal,
irresponsablemente, pregunta cómo andás.

Alguien, del otro lado de tu cena,
interroga tu mirada para saber si estás entero
al cabo de este día.

Alguien, del otro lado de tus sueños,
besa la oscuridad como si fuera tu mejilla.

La noche te pregunta cómo andás.
La noche ausculta tus ojos cansados.
La noche besa tu mejilla
como si despidiera al cadáver de un hijo disoluto.

Alguien, del otro lado de la noche,
aún cree que estás vivo.

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