14 junio 2007

Epigramas del emperador (XXVI)

Maldecir no es igual que decir mal. Los poetas malditos sostienen que la poesía puede cambiar el mundo. Es posible, pero yo sólo he visto que el mundo ha cambiado a la poesía. Para mal. Para decir mal. No para maldecir. Benditos los poetas que dicen bien, cuando maldicen.

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