14 octubre 2006

Epigramas del emperador (VIII)

Aquél quiere una escritura procaz.
Escribe la palabra procacidad y luego escribe sobre el acto de escribir la palabra procacidad.
Parece atrevido e insolente, pero no lo es.
¿A quién asustan hoy los devaneos de un intelectual?

No hay comentarios.: